Por tierra, mar y aire (continuación)

En el capítulo anterior : "Salimos a primera hora de la tarde desde Canarias dirección a Asturias. Víctimas del overbooking viajamos a Málaga, donde se pierde nuestro equipaje, y hacemos un trasbordo a Madrid. A la capital llegamos de noche, demasiado tarde para volar a nuestro destino. Pernoctamos y, ya por la mañana, se retrasa el vuelo por la niebla. Finalmente, un empleado-pastor nos recoge y mete en el avión. Parece que por fin lo conseguiremos..." Pues no. Inmersos en la tupida niebla del norte, el comandante no se decide a aterrizar. Nos dice que esperaremos un poco a ver si se disipa. Y que no nos preocupemos, que hay bastante combustible. Este comentario tranquilizará a muchos pero a mí me suena más bien a frase inacabada: "Tenemos suficiente combustible... para regresar a Barajas" . Por la ventanilla vislumbramos otros aviones en la misma situación. Mal de muchos... Minutos después, lo inevitable: la bruma persiste; vuelta a Madrid. No me canso de...