Cándido Skywalker

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana...

Y, más concretamente, en la nueva Estrella de la Muerte que construía el Imperio para poner fin de una vez por todas a la Alianza Rebelde, se producía el inevitable y fatídico duelo entre un padre seducido por el Lado Oscuro y su hijo, última esperanza de devolver la libertad al Universo retornando al orden Jedi.

Tras derrotar a Darth Vader y negarse a rematarlo, Luke está a punto de perecer a manos del Emperador. Entonces algo despierta en su vencido padre que, en un último esfuerzo, opta por el Bien y ayuda al joven jedi, matando a su señor. Y, asi,  llega el momento más esperado: Luke retira la siniestra máscara que cubre el rostro de Vader, mostrando... ¡al mismo tipo que salía por la tele cortando cochinillos con un plato mientras anunciaba no sé qué diciendo "Mis asados son famosos"! 

Cándido, se llamaba el que era Mesonero Mayor de Castilla y que falleció en 1992. Pero en el mundillo gastronómico no se le olvida. Y en el galáctico tampoco. Por eso una de las primeras cosas que hice cuando visité Segovia fue correr a la Plaza del Azoguejo, famosa por el acueducto romano que la atraviesa, y allí, a los pies del monumento, haciendo esquina a la calle Ruiz de Alda, está el mesón-asador de Annakin, digo de Cándido, con un busto suyo a la puerta.

El sitio es pintoresco, de típico aspecto tradicional. Y es que, al parecer, el negocio existe desde el siglo XIX. Cosa perfectamente posible según las leyes de la Física porque en el espacio el tiempo pasa mucho más lentamente, así que Cándido hubiera podido participar en La Guerra de las Galaxias, derrotar al  Imperio, morir, resucitar etéreamente al estilo jedi, y luego regresar a la Tierra para seguir cortando cochinillos con su plato-láser.