Las huellas de Cortés en México (y II)

Concluyamos el post anterior. Durante su estancia en Tenochtitlán los españoles quedaron asombrados del nivel de organización de la ciudad y, muy especialmente, del mercado de Tlatelolco , el barrio norte de la capital que, en realidad, era otra urbe lacustre fagocitada por el imperio azteca. Decenas de miles de personas acudían cada día a ese mercado para comerciar pero Tlatelolco también era un centro ceremonial con una gran pirámide y durante el asedio que vendría después se convirtió en uno de los campos de batalla más sangrientos, última resistencia de Cuauthémoc. Tanta sangre regó aquel suelo que muchos hablan del lugar como maldito, pues siglos después, ya convertido en Plaza de las Tres Culturas (conviven restos arqueológicos aztecas con el legado español -una iglesia- y la moderna arquitectura mexicana), fue el escenario de la masacre de estudiantes de 1968. En la Plaza de las Tres Culturas estaba el mercado de Tlatelolco, recreado en un diorama del Museo de Antrop...