El palacio de Cnossos, la casa de Asterión
«Y la reina dio a luz a un hijo que se llamó Asterión» , puede leerse en en el libro III de Biblioteca , una obra datada entre los siglos I y II d.C., erróneamente atribuida a Apolodoro de Atenas (se opta hoy por esa fórmula habitual de añadirle un « pseudo » delante del nombre), en la que se intentan conciliar las diversas versiones de los mitos griegos que dieron Homero, Hesíodo, Eurípides, Sófocles, Esquilo, etc. La mayor parte de los manuscritos que han sobrevivido de ese texto terminan con el mismo episodio: las hazañas de Teseo, por lo que muchos lectores ya habrán entendido por qué he empezado este artículo con esa cita, emulando a Borges. En el anterior artículo explicaba cómo los hados se conjuraron para impedirme contemplar uno de los rincones de Creta que más anhelaba, la cueva de Zeus . Hoy voy a hablar de otro que entra también en esa categoría, pero que me aseguré de visitar sí o sí porque perderme dos ya era mucho. Y éste en concreto es dem...