Réquiem por las Tumbas Reales de Kampala


"Finalmente, separándonos de la Gran Ruta de Salomón, llegamos al ancho foso que rodeaba el kraal, que tiene por lo menos una milla de circunferencia y está cercado por una fuerte empalizada de estacas hechas de troncos de árbol. En la puerta principal, esta fosa está dominada por un primitivo puente levadizo que la guardia dejó caer para que pasáramos. El kraal está admirablemente bien ordenado. Por el centro discurre una ancha avenida cortada en ángulo recto por oras calles, dispuestas de tal modo que las cabañas quedan separadas en bloques cuadrados, conteniendo cada bloque los cuarteles de una compañía. Las cabañas tienen techos en bóveda y están construidas, como las de los zulúes, sobre un armazón de zarzo hábilmente bardado con hierba; pero, a diferencia de las cabañas zulúes, tienen puertas de entrada por las que pasa un hombre sin agacharse. También son mucho mayores y están circundadas por una veranda de unos seis pies de anchura, bellamente pavimentada con lima en polvo hecha compacta a fuerza de pisadas."

Las minas del rey Salomón (H. Rider Haggard)

Así describía Haggard el imaginario kraal real del reino centroafricano de Kukuanalandia, al que llegaban sir Henry Curtis y el capitán Good, guiados por Allan Quatermain, en busca del hermano desaparecido del primero. Para ambientar este escenario en la correspondiente película que protagonizaron Stewart Granger y Deborah Kerr se decidió acudir al lugar auténtico: Kampala, la capital de Uganda. Allí, a unos 5 kilómetros del centro de la ciudad, se alza la colina Kasubi, por entonces convertida en sede de las Tumbas Reales de los kabakas (reyes) del antiguo reino de Buganda, el mayor de los cuatro que formaban lo que actualmente es el país (Uganda es la expresión swahili).

Se trata de un recinto circular de 30 hectáreas rodeado por una empalizada y dominado por una gran cabaña con cuatro sepulturas llamado Muzib Azaal Mpang. Este mausoleo fue originalmente el palacio del rey Mutesa (el mismo que recibió la visita de Speke), lugar que en 1884, fallecido el monarca, se transformó en necrópolis. Es un edificio de planta circular, de treinta metros de diámetro por casi ocho de altura, cuya cúpula está construida mediante un sistema de anillos de madera concéntricos, sosteniendo toda la estructura cincuenta y dos columnas, una por cada clan. Las paredes están fabricadas con adobe y juncos, y la techumbre de paja corrió a cargo en exclusiva -fue un gran privilegio- del clan Ngeye. También hay cabañas más pequeñas que eran de las reinas.

El gran mausoleo real antes (primera foto) y después (aquí)
En ese magnífico recinto, designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (2001), se rodó la escena final de la película, con el duelo entre  Ignosi y Twala, los dos candidatos al trono kukuana. Lamentablemente ya no hay nada que ver porque un incendio lo destruyó en marzo de 2010. Justo antes de mi visita, claro. A ver si se cumple la promesa del actual rey de Uganda, Mutebi II, y del presidente Yoweri Museveni, que han prometido su restauración.

Foto 1: Wikimedia
Foto 2: Margarita & Antonio

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