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Mostrando entradas de septiembre, 2017

Kuakman en Bután (y VII): fenómenos paranormales

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Última entrega. El inefable Toni Kuakman llega al final de su viaje por el exótico Reino de Bután. En el capítulo anterior le dejábamos de visita por los monasterios budistas y retomamos el hilo para que nos cuente sus experiencias metafísicas. Durante el tour de los dzongs tuve ocasión de estrechar mi relación amistosa con Tashi (la guía) y Viri (el conductor). El convivir con ellos esos días favoreció la empatía mutua hasta el extremo de que les recomendaría sus servicios si algún tienen la extraña idea de visitar Bután. Lo pongo en condicional porque hay un pequeño detalle que dificulta la cosa: los butaneses no usan apellidos , con lo que no queda otra que referirse a ellos sólo por su nombre; y resulta que Tashi y Viri son nombres tan habituales que los hay a miles, así que si tratan de buscar a alguien por ese método van a necesitar una extraordinaria dosis de paciencia. De paciencia budista. La alternativa es recurrir al apodo , pues casi todos tienen  también el suyo

Kuakman en Bután (VI): reyes, tigres y monasterios

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Sexta y penúltima entrega del relato que nos deja el inefable Toni Kuakman sobre su viaje al feliz Reino de Bután. En el capítulo anterior le dejábamos a punto de iniciar un circuito cultural por el país. A la mayoría de ustedes dzong le sonará a nombre de insecticida o algo así pero lo cierto es que se trata de un estilo arquitectónico típico de la parte sur del Himalaya en general y de Bután en particular, y con el que se construyeron buena parte de los monasterios que salpican esa región. Los jong , que es como se castellaniza la palabra, tienen una característica curiosa: sus muros son muy gruesos y están reforzados con torreones, como si se hubieran concebido para resistir un asalto; ciertamente, aquellos cenobios hacían también de fortalezas en tiempos turbulentos y hablo en pasado porque me refiero a un amplio lapso de tiempo que va desde el siglo X hasta el XVII aproximadamente. En el Bután actual, cada jong es una capital de distrito y tras cada una de esa

Kuakman en Bután (V): la ciudad y los perros

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Toni Kuakman en Paro. No hay que preocuparse; no se trata de desempleo sino de una nueva entrega tras los pasos del inefable viajero en su visita a la capital del exótico Bután, que tiene tan incómodo nombre a pesar de que, según nos cuenta, no es mal sitio. Paro es una ciudad agradable. Lo sería aunque sólo lo debiera al hecho de que no se ve aluminio por ninguna parte; todas las puertas y ventanas tienen marcos de madera y está prohibido construir edificios de más de cinco pisos, por eso, dicen, sólo hay un ascensor en todo el país y está en un hotel de lujo. Además, las casas guardan más o menos una estética tradicional, con animales pintados en sus fachadas. Sí, ya sé qué están pensando: aparte de los falos , pero cuya presencia decae en el centro urbano como si la modernidad impusiera su orden serio y aburrido. En mi primer paseo por la calle me di cuenta de que cruzar de una acera a otra era una experiencia nueva, diferente, única: no sólo no hay semáforos sino

Kuakman en Bután (IV): el PIB de la felicidad

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Drukpa Kunley (Imagen: Wikimedia Commons ) Cuarta entrega del relato facilitado por Toni Kuakman de su viaje a uno de los destinos más exóticos que tiene en su currículum: Bután. Tras las vicisitudes y apuros de rigor en las jornadas anteriores , de entre las que cabe destacar un terremoto, un stock de seguros, el habitual olvido de maleta, la más habitual aún pérdida del pasaporte y un aluvión de gente demandando sus servicios como rellenador profesional de fichas, por fin consigue, con la ayuda de Buda, pisar la capital " butanera" , Paro. Crucé la puerta de la terminal y allí estaban esperándome, cartel en mano, mi chófer y mi guía . Inmediatamente se presentaron  de forma cordial pero por mucho que hubiera practicado mi sánscrito al salir de Katmandú tengo que admitir que aún no lo dominaba bien así que durante unos días procuré dirigirme a ellos evitando llamarles por sus nombres y poniendo mis pabellones auriculares en modo esponja cuando alguien hablaba con e