Los tres mosquiteros
No me gustan los mosquitos . Los detesto tanto como cualquier otra persona que no sea masoquista y disfrute recibiendo donando su sangre a un bicho asqueroso que, a cambio, te proporciona un molesto picor y una marca antiestética en la piel. Y los odio aún más después de ver esos episodios de House en los que al picarte te inoculan enfermedades raras que quedan latentes durante años hasta que un día despiertan y te ponen al borde de la muerte; el dengue y la malaria son los casos más conocidos. Por eso seguramente resultará curiosa mi afición a viajar a sitios que son auténticos paraísos para estos insectos. Y es que sólo faltaba que esos seres repugnantes me impidieran visitar tantos lugares espléndidos. Por eso cuando me dispongo a marchar hacia tales latitudes no falta en la maleta algún que otro repelente . El más recurrido es Relec , claro, que constituye la última línea de defensa contra el enemigo; si éste la sobrepasa todo está perdido y habrá que graduar la espoleta ...