Garganta de Olduvai, la cuna de la Humanidad
Cuando se viaja a un país africano, entendiendo por tal eso que eufemísticamente se llama África subsahariana, el objetivo en general es practicar la experiencia del safari . Por supuesto, habrá quien la complete con algún que otro día de playa y una visita urbana a la capital correspondiente, pero lo normal es que sean unas vacaciones contemplando y fotografiando animales en libertad desde un vehículo todoterreno con ocasionales tramos a pie. Evidentemente, y salvo excepciones muy concretas, las ciudades africanas de la mitad sur no son pródigas en patrimonio monumental, de ahí que el interés se circunscriba a la naturaleza . Sin embargo, cuando hace unos años viajé a Tanzania , llevaba en mente -y, de hecho, me aseguré de incluirlo en el programa- ver con mis propios ojos un paraje cuya atracción iba más allá de eso. Un rincón casi desconocido para la mayoría -no coincidí con un solo turista durante mi paso por él- que, paradójicamente, debería ser casi una obligación ...