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Mostrando entradas de marzo, 2010

Serpientes en Bangkok

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  Como aquel era nuestro primer día en Bangkok y aún no habíamos cambiado moneda decidimos dar una vuelta por el parque Lumpini , a escasas manzanas de nuestro hotel. Aún desconocíamos esa costumbre tailandesa de querer ayudarte con o sin tu permiso. Así que fue sacar el plano y en cuestión de segundos un taxista cayó sobre nosotros, dispuesto a ofrecer su auxilio: qué coño íbamos a ir al parque sólo para andar, él nos llevaría a ver algo interesante de verdad. "Esneiks, esneiks" farfullaba mientras con la mano simulaba el movimiento de una serpiente atacando.    Sin que pudiéramos decir ni mu estábamos en su coche y, al poco, entrábamos en un muelle de los que da al Chao-Praya (el río de Bangkok); un muelle andrajoso, patibulario, de ésos donde en las películas le cortan el cuello a uno y lo arrojan a los cocodrilos. Allí, en una de las barcas de proa alta típicas, un venerable anciano se hallaba de pie contemplando expectante (y expectorante) nuestra llegada. El taxista

Amor al arte

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No sólo Iberia pierde equipajes. En 1813, cuando las tropas francesas se retiraban de España con José Bonaparte a la cabeza, fueron alcanzadas por Wellington en Vitoria . El rey intruso se vio obligado a bajar de su berlina y salir pitando a caballo cuando un regimiento de húsares británico le reconoció y cargó contra él. Pasando por encima de todo quisque dejó atrás dejó el tesoro que sus tropas habían estado reuniendo a lo largo de los años de dominación en el país y que ocupaba la friolera de mil quinientos carros . Precisamente al ingente convoy se debía la lentitud de la marcha de la columna que permitió al enemigo darle alcance. Como narra Galdós en sus Episodios nacionales ( El equipaje del rey José ), esparcidos por el campo quedaron baúles llenos de monedas de oro y plata por valor de cinco millones de duros, joyas, sedas, objetos de orfebrería procedentes de catedrales y monasterios, vajillas de los palacios, porcelanas, millar y medio de cuadros, tapices de las colecc