Pepsi-Cola y epilepsia; en camello por las pirámides
No se puede tener una experiencia completa de Roma si no se arroja una moneda a la Fontana de Trevi o se mete la mano en la Boca della Veritá , como tampoco en Pisa sin hacerse la consabida foto sosteniendo el campanile , en Venecia sin darse un paseo en góndola o en México sin subir a la cúspide de algún templo prehispano. Cierto es que todo esto puede resultar tópico en los dos primeros casos, algo bobalicón en el tercero, ruinoso en el veneciano y extenuante en el último, pero así es la dura vida del turista, como dicen en Egipto . Y, por cierto, este país también tiene su obligación: darse un paseo en camello ante las pirámides . Algo que, además, puede llegar a reunir en uno todas las características de los casos anteriores. Es probable que tras la Primavera árabe las cosas hayan cambiado algo y la menor afluencia de visitantes incida sobre las tarifas, aunque conociendo la idiosincrasia de los egipcios me permito dudarlo. De todas formas, cuando fui yo aún era...